sábado, 19 de marzo de 2016

ESCAPARATE POÉTICO (LXXIV) Fabio Morábito





                           FABIO  MORÁBITO  (Alejandría, Egipto, 1955)



A TIENTAS

Cada libro que escribo
me envejece,
me vuelve un descreído.
Escribo en contra
Fabio Morábito
de mis pensamientos
y en contra del ruido
de mis hábitos.
Con cada libro
pago un viaje
que no hice.
En cada página que acabo
cumplo con un acuerdo,
me digo adiós
desde lo más recóndito,
pero sin alcanzar a ir muy lejos.
Escribo para no quedar
en medio de mi carne,
para que no me tiente el centro,
para rodear y resistir,
escribo para hacerme a un lado,
pero sin alcanzar a desprenderme.




VEO A MI PADRE asomado a la ventana.
Sentado en el suelo del cuarto,

miro su espalda ancha. Camino apenas.
Qué hermoso es un padre

cuando, asomado a una ventana,
su espalda se recorta para el hijo.

Le deja impreso su mejor recuerdo.
Padre que encara el mundo,

primera puerta que nos da la infancia,
primer atisbo de que no todo es pecho.




PODER  tener en cada cuarto,
junto al interruptor de  luz,
su opuesto;
decir: “Enciende la negrura amor”,
y dejarla encendida
toda la noche para despertar
a oscuras
y no saber qué noche nos arropa,
si la de todos, negra, o la otra,
igual de negra o más, que encendimos
y no apagamos por olvido
o negritud de fondo;
y no saber si amanecer o no,
si ya dejar la cama o seguir íntimos,
o si prendimos la ceguera por error,
buscar su interruptor a tientas
y no encontrarlo y, despavoridos,
sentarnos en la orilla de la cama y esperar
alguna falla eléctrica
para recuperar la vista, el día y la casa.




ESPEJO

Cruzan el mar las velas.
Para el cielo no son
más que nubes ligeras.

Las aves se remontan,
mas para el mar son peces
que al fondo se desploman…




(Del libro Ventanas encendidas. Antología poética, editado por Ed. Visor.2012)



                                Fabio Morábito lee dos poemas de su libro "Delante de un prado una vaca" en 2011