miércoles, 30 de marzo de 2016

ESCAPARATE POÉTICO (LXXVI) Manuel Rivas







                                MANUEL RIVAS  (A Coruña, 1957)





O PRIMEIRO  MAR


Manuel Rivas
A onda non desandará o seu camino
Sabe que o mellor dela
Agarda na rompente
Da pantalla.
A conciencia é o estilo:
Non defraudar na derrota,
Caer con dignidade
Na vixilia
Da célula de primeiro mar.



O DESERTOR DA NÉBOA

Triste velocidade
Que non esconde o seu pasado,
Terra que aluca
Nas fiestras do tren
Á procura do desertor da néboa.



A CAZA
 
Ando á procura dun poema,
Un animal que aínda non existe,
Un insecto neóptero coma a preguiza.
Algo que me meta fóra,
Como un medo español.
Un poema que se agoche
Na necrose do castiñeiro santo.
Un poema que faga por min,
A primeira vez,
O nó dos zapatos.



INFORMACIÓN

A fiestra
Daba ao patio
E ollaba con fastío as outras fiestras,
A tose da súa luz somnámbula,
O código de bandeiras disléxicas na trandeira,
Mais unha radio falaba de temporal,
Cicloxénese, dixo o informador,
Cunha certa esperanza
De crear expectación.
Encontrei no espello
Un animal de compaña
Que protexer.



A CURVA

A peor ferida
É a do trazo recto.
Olla a gran cicatriz do horizonte.
A terra dá a luz
Trala curva de Cézanne.




(Do libro A boca da terra, editado por Edicións Xerais, 2015)




                               Manuel Rivas recita o seu poema "A desaparición da neve".

lunes, 28 de marzo de 2016

LOS POEMARIOS DE "LA PÁGINA ESCRITA" (5) : "La hora de los relojes", de Fran Nuño






La hora de los relojes
Fran Nuño
Ilustr. de Enrique Quevedo
Ed. Faktoría K de Libros.

    
     

     Fran Nuño nace en Bilbao en 1973, pero muy pequeño, cuando contaba diez meses, se traslada a Sevilla donde vive actualmente y posee una librería-editorial.
     Escritor, dinamizador cultural y librero-editor, posee muchos premios tanto por su obra literaria como por su labor a favor de los libros. Escribe, entre otras cosas,  narrativa, poesía y teatro.Sus obras son representadas en colegios y en diversos escenarios. Realiza sesiones de narración oral, talleres literarios y un buen número de encuentros con sus lectores.
      
Fran Nuño


     Fran Nuño, dedicado principalmente a la LIJ, considera que es más complicado escribir para niños (o conseguir que les guste a los pequeños lo que crea) que escribir para adultos.
     El poemario que nos ocupa, La hora de los relojes, consiguió una mención especial del jurado en el prestigiosísimo “Premio Ciudad de Orihuela de Poesía Infantil”  en 2009.
     
     Y no nos extraña porque La hora de los relojes, es un libro de altísima calidad literaria. Consta de 33 poemas, muchos de ellos muy breves, con un hilo conductor: el tiempo cronológico. Son unas composiciones con una condensación poética ejemplar: Aun sin maquinaria / en el día dos veces / nos acierta la hora / el reloj de juguete.
    
Ilustración de Enrique Quevedo
En estos versos el autor utiliza imágenes muy hermosas, de mucha viveza y que le permite  a quien las lea, reflexionar y sonreír ante el acierto. Son imágenes evocadoras que invitan a soñar al lector y le descubren que puede compartir las dudas y temores de estos seres preciosos, reírse con ellos y comprender su maquinaria poética. Que puede comprender la humanización de los mismos, relojes de todo tipo, ante tanta demostración de ingenio y ternura. Relojes sonoros, tímidos, llenos de figuras literarias, excéntricos, con un humor muy fino y un surrealismo cautivador.
     Magníficas las ilustraciones de Enrique Quevedo. Te convocan. Parece que están llamando tu atención con sus líneas geométricas y se hacen cómplices tanto de los textos poéticos como de la mirada del lector o lectora que repara en ellas.
     
Ilustración de Enrique Quevedo


     Ilustraciones con simetrías evidentes, de líneas rectas, verticales y sugestivas que dan, desde el concepto plástico-literario, más vida, si cabe, a estos relojes tan especiales y tan humanos.
     Un libro, La hora de los relojes, para disfrutar de la buena poesía. Para valorar el hecho de cómo se debe editar un poemario y para ayudar a comprender la importancia de la plástica en la educación de los lectores. Sirve para aprender que el ilustrador puede hacer poesía paralela, en lugar de acompañar simplemente los versos del poeta.
     Una joya.

                                                                                            ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO




Fundación Jordi Sierra i Fabra en Barcelona

miércoles, 23 de marzo de 2016

ESCAPARATE POÉTICO ( LXXV) Leonard Cohen





                                   LEONARD  COHEN  (Montreal, 1934)



EL ÚNICO  POEMA

Este es el único poema
que puedo leer
soy el único
Leonard Cohen
que puede escribirlo
no me suicidé
cuando las cosas me fueron mal
no me dediqué
a las drogas ni a la enseñanza
intenté dormir
pero cuando no pude dormir
aprendí a escribir
aprendí a escribir
cosas que pudieran ser leídas
en noches como ésta
por alguien como yo




YA NO ME QUEDA TALENTO

Ya no me queda talento
ya no puedo escribir un poema
Ya puedes llamarme Len o Lennie
como siempre quisiste hacer
Supongo que debería dejarlo
pero las costumbres persisten
y las mujeres no hacen más que empujarme a ello
Antes de que me acuses de aburrirte
(para tu definitivo triunfo y alivio)
Recuerda que ni tú ni yo
estamos follando ahora mismo
y una vez más has disfrutado
de la compañía de mi alma




EL AMOR ES UN FUEGO

El amor es un fuego
Nos quema a todos
Nos desfigura a todos
Es la excusa que pone el mundo
por ser feo





ESTO ES LA GUERRA

No hay nadie
a quien enseñar estos poemas
No llames a un amigo para ser testigo
de lo que tienes que hacer solo
Estas son mis cenizas
No pienso ahorrarte ningún trabajo
quedándome callado
Aún no eres tan fuerte como yo
Me crees
pero yo no te creo
Esto es la guerra
Estás aquí para ser destruido






(Del libro A mil besos de profundidad. Canciones y poemas [1956-1978] Vol. I, editado por Visor Libros. 2011)


Leonard  Cohen interpreta en vivo "Everybody Knows"


lunes, 21 de marzo de 2016

CATAVENTO DE POEMAS INFANTÍS (XLVI) Mar Benegas






                          MAR  BENEGAS  (Ribarroja, Valencia. 1975)





FILOSOVÍA

Cuando el tren, por fin,
descansa en las vías,
cuando ya nadie los mira,
Mar Benegas
se les oye, entre susurros,
hablan de filosofía:
¿Quién soy, quién soy yo?,
¿seré una idea infinita
que alguien un día soñó?,
¿seré un túnel en el tiempo?
¿o seré flecha veloz?
Esas dudas sin respuesta
salen del primer vagón.

Mientras, la vía repite:
¿A dónde, a dónde voy,
de dónde, de dónde vengo?
Sin saber si vengo o voy,
preguntando me entretengo?




EL BAILE DE LAS VOCALES

Con tanto traqeutoe
las vecolas
sa ven cambaindo de oseinta.

Oste es un daspireta:
irraba, obaja,
izqueirda, dareche.

¡No hay quein las unceentre!




TRISTES TIGRES

Tres tristes tigres,
tras tanto trigar trigo,
treparon y trotaron troncos.
Trapecistas tragones,
tristes tigres traumatizados
de atravesar trigales
toda su triste vida.


Ilustración de Olga Capdevila


CON LA  “e”


El bedel es bereber.
Bebe té, ¿té de Belén?

Crece el bebé del bedel,
Este es el bebé, ¿le ve?

Verle crecer es de pez,
¿es endeble el menester?
-¡Dele, dele el entremés!

-Es que… ¡le veré del revés!
Sé que enfermé de beber.
-¿De beber té del bedel?
-Yes, té del bedel bereber.





                            (Del libro Con el ojo de la i, editado por A buen paso. 2014)



sábado, 19 de marzo de 2016

ESCAPARATE POÉTICO (LXXIV) Fabio Morábito





                           FABIO  MORÁBITO  (Alejandría, Egipto, 1955)



A TIENTAS

Cada libro que escribo
me envejece,
me vuelve un descreído.
Escribo en contra
Fabio Morábito
de mis pensamientos
y en contra del ruido
de mis hábitos.
Con cada libro
pago un viaje
que no hice.
En cada página que acabo
cumplo con un acuerdo,
me digo adiós
desde lo más recóndito,
pero sin alcanzar a ir muy lejos.
Escribo para no quedar
en medio de mi carne,
para que no me tiente el centro,
para rodear y resistir,
escribo para hacerme a un lado,
pero sin alcanzar a desprenderme.




VEO A MI PADRE asomado a la ventana.
Sentado en el suelo del cuarto,

miro su espalda ancha. Camino apenas.
Qué hermoso es un padre

cuando, asomado a una ventana,
su espalda se recorta para el hijo.

Le deja impreso su mejor recuerdo.
Padre que encara el mundo,

primera puerta que nos da la infancia,
primer atisbo de que no todo es pecho.




PODER  tener en cada cuarto,
junto al interruptor de  luz,
su opuesto;
decir: “Enciende la negrura amor”,
y dejarla encendida
toda la noche para despertar
a oscuras
y no saber qué noche nos arropa,
si la de todos, negra, o la otra,
igual de negra o más, que encendimos
y no apagamos por olvido
o negritud de fondo;
y no saber si amanecer o no,
si ya dejar la cama o seguir íntimos,
o si prendimos la ceguera por error,
buscar su interruptor a tientas
y no encontrarlo y, despavoridos,
sentarnos en la orilla de la cama y esperar
alguna falla eléctrica
para recuperar la vista, el día y la casa.




ESPEJO

Cruzan el mar las velas.
Para el cielo no son
más que nubes ligeras.

Las aves se remontan,
mas para el mar son peces
que al fondo se desploman…




(Del libro Ventanas encendidas. Antología poética, editado por Ed. Visor.2012)



                                Fabio Morábito lee dos poemas de su libro "Delante de un prado una vaca" en 2011


jueves, 17 de marzo de 2016

A LUZ DAS PALABRAS (52) Eva Veiga



Este foi, lémbroo ben, o primeiro poema de  Eva Veiga que eu lin.
        
Eva Veiga
           Por riba dos tellados, alá ó fondo
         os montes berran.
         O meu corpo vaise derrubando
         en secos terróns
         sen alma.

     Abrira ao chou o poemario Paisaxes do baleiro editado por Edicións Xerais na súa colección Ablativo Absoluto. Corría o ano 1999. Foi un frechazo que me sacudiu ben dentro.  Fíxenme con el e decateime de que Eva Veiga ía ser unha das miñas poetas de cabeceira. Non me trabuquei.
Con máis calma lin os poemas do libro e sentín algo no meu interior que me levaba directamente á emoción infinita:
        
          Observo a canseira do espello:
         Hai un óxido lunar
         apozado na súa eterna vixilia.

     Paisaxes do baleiro era o segundo libro de Eva Veiga. Despois viñeron máis. Poemarios que saboreei con pracer e que axudaron a ver o cosmos que me rodea dende a fondura da palabra poética. Ou sexa, do transcorrer da vida, máis rica grazas aos seus versos.

     
Eva Veiga (Ombre, Pontedeume, A Coruña, 1961) xornalista e poeta, desenvolveu unha polifacética e intensa actividade profesional na Televisión de Galicia, especializándose na dirección e presentación de programas culturais. Galardoada con diversos premios xornalísticos, colabora actualmente en diversos xornais e revistas e forma parte do grupo poético-musical Ouriol. Co poemario A distancia do tambor (Espiral Maior) gañou o X Premio de Poesía Fiz Vergara Vilariño.
Entre outros ten publicados os seguintes libros de poemas: Fuxidíos (1993), A pedra insomne (2002) A luz e as súas cicatrices (2006) ou A frecha azul do teixo (2010).

     
Eva Veiga

     
     Gústame a fondura da súa poesía. A intensidade que os seus versos posúen para rañar nos sentimentos do lector. Prodúcese unha unión intimista entre o seu discurso e a esixencia de quen ten o poema diante. Poemas para avivecer"" ese lume/que só un frío mortal/sería quen de alentar". Poesía limpa e directa.
    
     Poemas que abrazan en voz baixa, pero cunha forza interna excepcional: "ser en/ti/puro instante/que  expira e abre/a un tempo/a flor do mundo".

     Poemas que sacoden e poñen o dedo nas chagas do amor, do desamor, da loucura humana, nas súas feridas. Poemas que te reconcilian coa existencia e axudan a comprender mellor a esencia do ser humano.
        
            Como ese abismo
            que alberga
            o esquelete do mar
        
            ti medras da loucura
        
            do lampo que un día
           fai estalar o espello
           de todos os días.

     Magnífico este poema contido n´A distancia do tambor (2014), polo de agora o último poemario de Eva Veiga. Unha muller xenerosa, sensible, intelixente e que envolve os lectores/as cos seus versos.

     Por iso había que solicitarlle para esta sección un texto. Eva Veiga tiña que estar presente n´ A luz das palabras. A súa presenza era imprescindible. E ela respondeu dun xeito agarimoso escribindo un poema especialmente para este blog-revista (que me dedicou e que lle agradezo persoalmente). Unha honra.

     
Eva Veiga recitando

     
     Estes son os versos dunha poeta que deixa a súa pegada no interior dos que a lemos. Sempre estamos a agardar  un novo poemario seu e a miúdo voltamos sobre o que leva escrito.


só di que
guindaba os ollos-anzois sobre

o albor infindo
"Árbore na néboa. Vilar". Tinta china e acuarela sobre papel. XULIO G.RIVAS

mais a casa do
que se desfai
a súa filia

de igual modo
respirar esta atonía
coma quen regresa
ao exacto lugar
do agora

sen máis
sen esperanza

                                               eva  veiga

Eva Veiga recita poemas do seu libro "A distancia do tambor" acompañada por Fito Ares e Bernardo Martínez, músicos que con ela forman o grupo poético-musical "Ouriol".