miércoles, 8 de diciembre de 2010

Treinta años sin John Lennon


Se cumplen hoy treinta años de la trágica muerte de John Lennon, acaecida en Nueva York el 8 de diciembre de 1980. Más que un músico y letrista de pop, John Lennon es el símbolo de toda una generación, una figura que puede ser descrita con toda propiedad con el término icono, palabra que, por desgracia, tantas veces se tiende a aplicar hoy en día con demasiada ligereza. Para Antonio García Teijeiro, Lennon es una influencia esencial no sólo en su obra, sino también en su existencia vital, y la música que nos legó tanto en solitario como con los Beatles ocupará siempre un lugar privilegiado en su banda sonora particular. Antonio escribió el siguiente texto (que presentamos primero en su versión original en gallego y después en traducción castellana) como semblanza poética de John Lennon y su música.


Trinta anos sen John. Sen o rostro máis desconcertante dos Beatles.

Trinta anos sen a rebeldía dun rebelde que nunca deixou de selo.

Trinta anos sen a presenza viva dalguén que fixo da transgresión o eixo fundamental da súa vida.

Trinta anos sen un dos músicos que superaron a barreira musical para se converter en iconas sociais e manter o lume da incorrección necesaria.

Trinta anos sen un xenio que fixo da confusión, música; da hipocrisía, loita; da inxenuidade, máis música.

Porque John foi moitas cousas. Cada pouco, sae un libro tentando poñer á descuberta os puntos escuros da vida de Lennon. Que máis dá! Tanto ten! Con el os Beatles foron máis Beatles.

Con el as letras rabuñaron conciencias.

Con el os sons racharon conservadurismos falsos e nocivos.

Eu, como Aute, no seu tema "Imaginación", tamén quixen imaxinarme coma el na súa canción, un mundo sen fronteiras, sen patrias nin bandeiras, un pobo sen nación.

Con John, imaxinei, reneguei, entendín os heroes da clase obreira, sentín a ausencia dunha nai, e mirei cara a Deus para crer unicamente no ser humano e todo o que o enriquece: a música, as palabras, a poesía, a luz do mar, o teatro, os solpores avermellados, as treboadas baixo un teito, as túas, John, as túas cancións.

Trinta anos sen John.

Agárrome ás palabras de Aute, de novo, e remato estas rápidas liñas de lembranza:

"Pero ya lo ves,
mi querido John,
nada es lo que es,
todo es sin razón,
todo está al revés,
nada es corazón."

Daquela, poño a súa música para que aviveza o aire e emociónome coa súa voz que xeme.
Claro, trinta anos sen John, mais quédannos eternamente as súas cancións.

ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO




Treinta años sin John. Sin el rostro más desconcertante de los Beatles.

Treinta años sin la rebeldía de un rebelde que nunca dejó de serlo.

Treinta años sin la presencia viva de alguien que hizo de la transgresión el eje fundamental de su vida.

Treinta años sin uno de los músicos que superaron la barrera musical para convertirse en iconos sociales y mantener vivo el fuego de la incorrección necesaria.

Treinta años sin un genio que hizo de la confusión, música; de la hipocresía, lucha; de la ingenuidad, más música.

Porque John fue muchas cosas. Cada poco tiempo sale un libro que intenta poner al descubierto los puntos oscuros de la vida de Lennon. ¡Qué más da! ¡No importa! Con él los Beatles fueron más Beatles.

Con él las letras arañaron conciencias.

Con él los sonidos rompieron conservadurismos falsos y nocivos.

Yo, como Aute, en su tema “Imaginación”, también quise imaginarme, como él en su canción, un mundo sin fronteras, sin patrias ni banderas, un pueblo sin nación.

Con John, imaginé, renegué, entendí a los héroes de la clase obrera, sentí la ausencia de una madre, y miré hacia Dios para creer únicamente en el ser humano y en todo lo que lo enriquece: la música, las palabras, la poesía, la luz del mar, el teatro, las puestas de sol rojizas, las tormentas bajo techo, las tuyas, John, tus canciones.

Treinta años sin John.

Me agarro a las palabras de Aute, de nuevo, y termino estas rápidas líneas de recuerdo:

“Pero ya lo ves,
mi querido John,
nada es lo que es,
todo es sin razón,
todo está al revés,
nada es corazón.”

Entonces, pongo su música para que avive el aire y me emociono con su voz que gime. Claro, treinta años sin John, pero nos quedan eternamente sus canciones.

ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO