martes, 7 de diciembre de 2010

Luis Eduardo Aute y la poesía que la música evoca


La música y los textos del cantautor Luis Eduardo Aute han sido, desde siempre, una fuente de inspiración fundamental para Antonio García Teijeiro, quien se enorgullece de poder contar a Aute entre sus amigos. Recientemente, Aute ha publicado un nuevo disco, titulado Intemperie, que desde aquí recomendamos sin reservas. Tras la escucha y reescucha del mismo, Antonio escribió un e-mail a Aute para expresar por escrito lo que la música contenida en el disco le sugería, y su misiva acabó convirtiéndose, casi sin que Antonio se diese cuenta de ello, en un manantial de imágenes poéticas evocadas por las notas y versos de Aute. Presentamos a continuación el texto íntegro del correo electrónico.


Luis Eduardo:

Acabo de escuchar por tercera vez las canciones de Intemperie y noto como crecen escucha a escucha.

Son envolventes, susurran al oído emociones en voz baja.

Siente uno que penetran a través de la piel, se posan en el corazón y crean una atmósfera de complicidad con los sentimientos y la inteligencia.

Arrastran hacia un mar de emociones.

Crean una geografía sin límites, en la que la melodía y la letra se funden en ríos, cabos y ensenadas de placer estético.

Poseen la hondura de lo transcendente y se desvisten de ropajes recurrentes para llevarnos a la belleza pura, pero también cálida, de las obras de arte que nacen del amor por lo que uno se apasiona.

Sientes deslizar sus gotas de conceptos universales y las reconoces tan cercanas como libres, para resbalar por los senderos de lo auténtico.

Crean un mar con olas controladas que se encrespan, por momentos, para decir que existen. Luego, vuelven a perderse por la plenitud de lo bello.

Canciones que mojan, celebran, sacuden conciencias dormidas, aman, besan, adormecen, te transportan, te acarician y despiertan los rumores tenues de la brisa.

Sencillas y complejas. Tiernas y crueles. Escupen y abrazan. Relajan y te ponen en guardia. Juegan y descansan. Respiran y se sosiegan. Viven pero no mueren.

En definitiva, arte al servicio del ser humano que tanto lo necesita.

Un juego sin reglas.
El campo sin puertas.
Cárceles sin rejas.
Luchas sin golpes.
Amor en plenitud.
Vida.Vida.Vida.

Enhorabuena, amigo.

Antonio.